Es muy triste comprobar cómo ya ni siquiera en los alrededores del punto limpio se mantiene una zona cuidada y limpia. Ya hemos dicho que muchas veces los problemas los crean los propios ciudadanos que no respetan las reglas del juego y realizan acciones que deberían ser sancionadas al extremo, siempre vaya por delante que los primeros que debemos concienciarnos somos nosotros mismos. Pero una cosa no quita la otra y cuando se producen situaciones como éstas, el Gobierno debería estar en las calles, conocer lo que ocurre en la localidad en la que gobierna y sobre todo tomar decisiones al respecto.
Los vecinos de la zona nos han trasladado que detrás del punto limpio existe una zona que se está convirtiendo en un punto sucio, donde se está empezando a acumular cascotes, basuras, restos de cajas, cristales, botes, restos de ramas secas, azulejos, maderas, mobiliario, aparatos electrónicos… y nadie hace nada por retirarlo.
A todos estos elementos tenemos que añadir que el vertedero está creciendo en una zona no urbanizada que linda con los cerros en la que abunda la maleza seca, con el consiguiente problema de incendios ahora que las altas temperaturas son habituales en nuestro municipio.
Jesús Mario Blasco, Concejal Portavoz de acipa espera que “el Gobierno se organice y tome cartas en el asunto para evitar que el vertedero siga creciendo de manera descontrolada, y sobre todo lo retire porque se encuentra en una zona delicada en la que un incendio puede tener unas consecuencias graves”.
Ya hemos indicado que los causantes de estos vertidos son personas incívicas sobre las que deberían caer graves sanciones, que no se pueden producir si no se extreman las medidas de vigilancia.
“Somos conscientes de que nuestra localidad ocupa un amplio territorio, pero en la zona en la que se encuentra el vertedero está dentro del núcleo urbano. Esperamos que la presencia policial por estas zonas esté garantizada y si se observa la presencia de un vertedero que se de parte a quien corresponda para proceder a su limpieza”.
Creemos que sólo con escuchar a los ciudadanos y pasear por la ciudad, nuestros gobernantes tendrían gran parte del trabajo realizado, puesto que si las deficiencias se tratan en los primeros momentos de producirse no llegan a más, no se da pie al resto de personas a aumentar el vertedero depositando en él sus desperdicios.
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