martes, 19 de julio de 2016

Paloma Baeza deja Acipa y su acta de concejal

Me voy de acipa y dejo mi Acta de Concejal, la que acepté el mes de octubre del año pasado con un firme compromiso y el propósito previo de aportar todas mis competencias a la defensa y mejora de todos los vecinos de Aranjuez y de nuestra ciudad, sin ningún tipo de interés personal y asumiendo las dificultades que lleva implícito un cargo público.

Me voy de acipa y dejo mi Acta de Concejal.
En ese orden, porque si no sigo trabajando al servicio de todos los ciudadanos de Aranjuez, desde el Ayuntamiento, es por:

La situación interna de mi partido que no permite desarrollar mi labor de Concejal en una oposición responsable y cercana aunque firme y dura.

Porque se me ha intentado quitar de en medio desde antes, incluso, de que tomara posesión del Acta.

Porque se ha despreciado, ninguneado y mal entendido mi esfuerzo que no ha buscado más que el respeto riguroso de la legalidad.

Porque primero tuve que aguantar y lidiar con la anterior Junta de acipa, que se desestructuró no sin antes ponerme cuantas pegas encontró por el camino.
Y después resulta que el problema ha sido el Grupo Municipal, concejal (que no ha ejercido con liderazgo ni ha hecho por organizarse y comunicarse fluidamente conmigo, pese a que se lo he pedido en reiteradas ocasiones, pues la relación era huidiza y esquiva) y administrativo; al que, como cargo de confianza, pedí su ayuda y colaboración para mejorar la relación y establecer una buena comunicación con el portavoz, mermada por el revuelo formado con la marcha de Pilar Quintana, quien por cierto ha sido la política mejor valorada, con todos sus errores y aciertos.

Pero no se afrontó la falta de comunicación y la descoordinación existentes, si no que se ha considerado que yo era el enemigo de mi propio Grupo, alimentando la desconfianza como base, lo que no nos permitirá avanzar.

Ahora, desde la actual Junta se ha querido engrasar la maquinaria, pero que llega, aunque escuchando a todas las partes, cosa que agradezco, sin darme el respaldo necesario.

El portavoz ha sentido que mi voto en contra buscaba dejarle en ridículo, cuando lo cierto es que ante la convicción de una idea no puedo dejarla de lado sin más...

¿La divergencia? Es imposible que pueda admitir, ni como mera posibilidad a plantear al Pleno, la Cesión Global de Activos y Pasivos, tal y como se han hecho las cosas.
Es la gota que colma el vaso. Pero una gota que considero tan esencial que no podría dejarnos indiferentes. La esencia de mi estar en acipa, la defensa de los intereses de los vecinos de Aranjuez, velar por un futuro mejor para ellos, la búsqueda de la verdad, de los datos objetivos, sin enmascarar errores para poder plantear soluciones desde la situación real, que nadie ha dicho que sea ideal, pero de la que podemos salir si dejamos de camuflar malas gestiones. Como política no puedo esperar a ver qué pasa con la  
absorción de la deuda más cuestionada de la localidad, la que se ha generado en Savia y que, de ser cedida al Ayuntamiento (apelando a que también se cede un patrimonio que a día de hoy ni se sabe cuánto vale), pondría en riesgo la prestación de los servicios municipales o la posibilidad de invertir en las mejoras que tanto necesitan los barrios de Aranjuez.

Digo NO y desde ya, sin esperar a después reclamar lo que no me gustaba, porque nuestra opinión política es importante para poner voz en la corporación a muchos vecinos. Porque para mí ser el "pepito grillo", sin miedos, es hacer una labor responsable de oposición.

Buscando que el equipo funcionara he aceptado que no se harían las cosas como a mí me gustaría, en pro del conjunto, he pasado con la sensación de que todo iría genial si no hiciera nada más que asistir, sonreír y levantar la mano como un mono de repetición. ¡No recomiendo a nadie la sensación que se genera cuando se pretende concentrar la actividad en tu compañero sin que se deleguen tareas!

Podríamos haber complementado nuestros caracteres, nuestras cualidades personales para crear sinergias y formar un equipo político fuerte que respetara lo que acipa ha sido y proyectara lo que podría llegar a ser, pero (creo que por cuestiones personales, lo que mezcla intereses y rencores, que no deberían estar presentes a la hora de tomar decisiones) se ha rechazado esa parte valiente, capaz de enfrentarse a los problemas a pecho descubierto, que vigilaba, controlaba y defendía la línea de la legalidad, la transparencia, la claridad... y yo en este acipa, que no deja de ser cordial y de escuchar los problemas de los ciudadanos pero sin mojarse en exigir una buena gestión de los recursos municipales para tener con qué ponerles solución, no me identifico.

Siento que quienes hoy abanderan y continuarán con el nombre de acipa me deben mirar desconcertados, quizá molestos. Me dicen que no entiendo lo que es un partido político, ¡pues claro que no! Que así no quiero entender la política, esa que podía ser diferente, importante e ilusionante por muy mal vista que estuviese, porque con acipa consideré que merecía la pena, porque el trabajo y el esfuerzo de un partido minúsculo fue capaz de generar presión para que otra forma de hacer política fuera una realidad.

Acipa continuará e imagino que desde su perspectiva podrán opinar que yo me equivoco en otras tantas cosas; a día de hoy debo decir que quienes permanecen en la agrupación (a alguna persona tengo especial cariño) creo que son un grupo de buenas personas con buenas intenciones... Pero siempre he dicho que en política no valen sólo las buenas ideas e intenciones, bajo mi punto de vista no es suficiente. Imagino que han pensado igual muchos otros que han decidido dejar el partido y de quienes sé tengo el apoyo personal aunque eso, a la hora de tomar las decisiones del grupo, no valga.

Yo, me voy de acipa y dejo mi Acta de Concejal. No me siento identificada dentro de este grupo con lo que acipa ha sido siempre para mí y por el que entré en política. No se trata de pelear, destruir, culpar y, sin embargo, es imposible que no aflore un malestar, por lo que he considerado necesario expresar los motivos que nos han llevado a esta situación. Y continuaré poniendo mi granito en favor de un mundo mejor desde otro ámbito, siguiendo mi vocación profesional socioeducativa.

... Y el tiempo; el tiempo sigue su curso, como el Tajo, a su paso por Aranjuez. 

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