Lo que mi amigo opina
Hoy, con permiso del propietario de esta ventana que me permite asomarme cada semana al teclado del ordenador, no voy a escribir.
Lo hago como un acto de protesta, de solidaridad si queréis, con un amigo que ha decidido dejar de escribir en alguna red social debido a los insultos, a las presiones y a las consecuencias que sus palabras han tenido para su familia y para él mismo. En pleno siglo XXI, en esta España nuestra que consideramos adalid de la defensa de derechos como el de la libertad de expresión, las cosas no están tan claras. Quizás nos olvidamos con excesiva frecuencia que la democracia no es un fin, sino un camino para alcanzar la libertad.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que mal va el gobierno municipal socialista si empieza ya a culpar a la oposición de sus errores. Mi amigo opina, igual que opino yo, que en la situación de SAVIA y sus trabajadores tienen mucha responsabilidad los unos y los otros. Los que en su día cometieron gravísimos errores en su gestión y los que, habiendo llegado al poder, conocieron los errores y no fueron capaces de evidenciarlos.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que ya está bien de andar cogiendo siempre el rábano por las hojas. Que a la hora de hablar sobre asuntos de todos es necesario entrar en el fondo de la cuestión y no quedarnos en lo superficial y anecdótico. Que es fácil, por ejemplo, hacer el chascarrillo sobre los pirulos de la entrada norte de Aranjuez, pero que si somos incapaces de reconocer que esa obra ha solucionado el problema del atasco diario que amargaba existencias y costaba un riñón, nuestro chascarrillo no dejará de ser un innecesario obstáculo más en el camino a recorrer.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que podemos reírnos del paseo arbolado y ajardinado que une el puente de la Estación con la entrada de la antigua Lever porque para desgracia de todos ya solo conduce al cementerio, pero si no somos capaces de reconocer que esa es una entrada importantísima para Aranjuez y que sólo eso ya es motivo para reconocer lo acertado de esa obra, estaremos de nuevo instigando contra Aranjuez.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que en el Ayuntamiento de Aranjuez han de dar una solución satisfactoria para todos los grupos políticos en el tema de las remuneraciones, porque en tanto en cuanto esto no ocurra nuestros representantes no estarán en condiciones de trabajar en igualdad de condiciones para atender a nuestros intereses generales, que es para lo que los hemos elegido.
Que mientras el tema de los sueldos de los políticos sea un arma arrojadiza de todos contra todos, los que salimos perdiendo somos los ciudadanos.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que mientras el rastro de Aranjuez no vuelva a su antigua ubicación en el centro estaremos dilapidando un elemento que ha sido muy importante en el mantenimiento de la actividad de los comercios del centro, comercios que tradicionalmente han mantenido un enorme número de empleos en Aranjuez. Ahora, cuando los comerciantes del Mercado de Abastos intentan dar de nuevo un impulso a través de una reforma innovadora, sería bastante certero recuperar la antigua ubicación del rastro. Mi amigo opina, igual que opino yo, que si estuviésemos todos por la labor de empujar no habrían de dolerle prendas a nadie por tener que rectificar decisiones anteriores.
Mi amigo opina, igual que opino yo, que bajan revueltas las aguas del Partido Popular. Que si se dedica más tiempo a criticar las declaraciones de Aznar que a explicar los logros del gobierno de Rajoy, se está equivocando el camino. Que si nos reconfortan más las declaraciones de algún exministro socialista sobre la situación en Cataluña que las del gobierno del Partido Popular, es que algo se está haciendo rematadamente mal. Mi amigo opina, igual que opino yo, que tras la imagen de Mas saludando a sus masas tras declarar ante el TSJ, con el brazo en alto y con un gesto más de caudillo que de líder, lo que es realmente inoportuno e inadecuado no son las declaraciones de Aznar sino las de algún periodista reprochando la actuación de la justicia, pretendiendo que la Justicia haga paréntesis con algunos personajes. Mi amigo opina, igual que opino yo, que Aznar lleva razón, aunque de eso hablaremos otro día.
Mi amigo opina, igual que opino yo, muchas cosas sobre lo que está a la vuelta de la esquina, sobre las elecciones ya anunciadas para el 20 de Diciembre, pero mi amigo ha decidido que ya no soporta tanta indignidad escondida tras el anonimato de las redes y ha dejado de escribir. Yo no. Hoy no escribo, pero lo haré la semana próxima sobre lo que opino y, si él me lo permite, también sobre lo que opina mi amigo.
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