La Casa de Moura - Serrat

Reconozco que me gusta Serrat. Me refiero por supuesto a su forma de cantar, a su forma de decir la música. Es verdad que ideológicamente estamos muy distantes, pero eso no me impide disfrutar de todas y cada una de sus canciones.

El pasado 21 de septiembre, junto con varios miles de jóvenes con canas, pude disfrutar del concierto que nos suspendió el 21 de mayo. 

Una verdadera gozada. Nos deleitó con sus canciones imprescindibles y también con nuestras canciones imprescindibles. Para quienes sabemos de memoria prácticamente todas sus canciones, asistir a un concierto de Serrat equivale a lo mismo que pueden sentir quienes en estos días asisten a los conciertos de U2 en Barcelona. No es que me dedique a hacer proselitismo en torno a la figura de Joan Manuel Serrat, lo disfruto y si viene al caso como es la ocasión hacer algún comentario, lo hago.

Hoy me viene al caso, por eso hablo de Serrat. Entre sus canciones inolvidables, “Hoy puede ser un gran día”. Esta canción, que encierra en su letra una forma de entender la vida, debería ser la canción de cabecera de más de un responsable político de nuestro país y, por supuesto, de más de un responsable político municipal. Un gran día, una oportunidad. Como diría Serrat aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti.

Un vendaval con vientos cercanos a los 100 km/h puede ser una catástrofe o puede ser una oportunidad, sólo depende de quien tenga la responsabilidad de gestionar esa situación. No sé si estaremos aún en tiempo y forma para no dejar pasar esa oportunidad, posiblemente vayamos un poco tarde. Sin ningún ánimo de reproche, ni por supuesto intención alguna de querer dar clases de nada, la tormenta que asoló Aranjuez hace poco más de un mes supuso una verdadera oportunidad para el desarrollo de nuestra ciudad.

Lejos de quedarnos en la peseta, lejos de buscar un dinero rápido e inesperado obtenido de otras administraciones, lo ocurrido con ese vendaval nos brinda la inestimable oportunidad de concitar en torno a Aranjuez una enorme cantidad de acciones que a buen seguro contribuirían más y mejor al futuro de Aranjuez que la obtención inmediata de unos cuantos miles de euros en base a la declaración de una catástrofe.

Por supuesto que la catástrofe medioambiental es innegable, la hemos visto, de hecho la seguimos viendo. Aún a día de hoy siguen sin paliarse los daños ocasionados por aquella tormenta, Aún a día de hoy siguen habiendo ramas en el suelo, siguen cayendo ramas sueltas de los árboles, sigue inutilizada la piscina del pabellón deportivo de Olivas…

Aprovechar la oportunidad, liderar la situación, hubiera exigido la inmediata convocatoria de aquellos que, no siendo de Aranjuez, tienen mucho que decir y hacer en el desarrollo futuro de nuestra ciudad. La Universidad, el ICOMOS, la Comunidad de Madrid, los distintos colegios profesionales relacionados con ciencias ambientales, Patrimonio Nacional, todos ellos deberían haber formado parte desde hace ya varias semanas, desde el primer momento, de la puesta en marcha de un proyecto que basándose precisamente en esa catástrofe medioambiental y paisajística nos metiese de nuevo en la senda del crecimiento.

La creación en el CES Felipe II de alguna titulación relacionada con Ciencias Ambientales, la celebración de reuniones de expertos internacionales en relación con el mantenimiento de nuestro Paisaje Cultural dándole al ICOMOS el protagonismo y la relevancia necesarias –qué buena oportunidad para internacionalizar el debate sobre la necesaria modificación de los valores recogidos en la Ley del Trasvase-, el acuerdo con la Comunidad de Madrid para que el IMIDRA a través de su Vivero de Sotopavera produzca y aporte las plantas necesarias para la repoblación de lo destruido, además del compromiso de actuación inmediata de esa administración en los trabajos de limpieza de los desperfectos ocasionados por el vendaval en las calles y fincas de los que es titular –estas medidas,  así como la utilización de una parte de la Finca de la Chimenea como campo de ensayo sobre los elementos vegetales del Paisaje Cultural, están mucho más cercanas a lo alcanzable que la aspiración de ubicar en Aranjuez la sede del IMIDRA-, conseguir el compromiso de Patrimonio Nacional para la apertura urgente de las zonas turísticas que se han visto afectadas, convencer a los colegios profesionales para la creación de grupos de trabajo sobre el terreno que lleven a la celebración de jornadas y congresos profesionales en nuestra localidad para presentar y analizar el resultado de sus trabajos…

Todo eso y muchas actuaciones más que a buen seguro se os habrán ocurrido antes, durante o después de la lectura de estas líneas genera empleo, genera actividad económica y lo hace en nuestra ciudad y utilizando los recursos que hemos generado y defendido a lo largo de generaciones. Lo que los modernos llamarían desarrollo sostenible.

Es necesario que salgamos ya de la inacción, que no estemos como dice Serrat en Conversando con la noche y el viento “…De andar y andar buscando verdades para encontrar siempre otra pregunta, ir y venir y no llegar nunca”.

Si me lo permitís, utilizando dos canciones de Serrat, …No esperes el consentimiento, ni a que te proporcionen un manual, ni a que el horóscopo te sea propicio, ni a que el cielo te mande una señal…Hoy puede ser un gran día imposible de recuperar, un ejemplar único, no lo dejes escapar. Que no se nos convierta Aranjuez en un “Pueblo blanco”.

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